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De cómo Trotaconventos le habló al Arcipreste sobre el ánimo de Doña Endrina [estrofas 782-823]

«Fijo, el mejor cobro de quantos vós avedes   [est. 782]
es olvidar la cosa que aver non podedes:
lo que non puede ser nunca lo porfiedes,
lo que fazer se puede, por ello trabajedes».

«¡Ay de mí! ¡Con qué cobro tan malo me venistes!
¡Qué nuevas atán malas, tan tristes me troxistes!
¡Ay vieja mata-amigos, para qué me lo dixistes!
Tanto bien non me faredes quanto mal me fezistes.

¡Ay viejas pitofleras, malapresas seades!1“¡Ay viejas engañosas, espero seáis desventuradas!”
El mundo revolviendo, a todos engañades:
mintiendo, aponiendo,2acusando deziendo vanidades,
a los nescios fazedes las mentiras verdades.

¡Ay! que todos mis mienbros comiençan a tremer;3temblar
mi fuerça e mi seso e todo mi saber,
mi salud e mi vida e todo mi entender,
por esperança vana todo se va a perder.

¡Ay, coraçón quexoso, cosa desaguisada!4insensata
¿Por qué matas el cuerpo do tienes tu morada?
¿Por qué amas la dueña que non te precia nada?
Coraçón, por tu culpa bivrás vida penada.

Coraçón, que quisiste ser preso e tomado
de dueña que te tiene por demás olvidado,
posístete en presión5prisión, cárcel e sospiros e cuidado:
penarás, ¡ay!, coraçón tan olvidado, penado.

¡Ay, ojos, los mis ojos! ¿Por qué vos fustes poner
en dueña que non vos quiere nin catar nin ver?
Ojos, por vuestra vista vos quesistes perder:
penaredes, mis ojos, penar e amortescer.

¡Ay, lengua sin ventura! ¿Por qué queredes dezir,
por qué quieres fablar, por qué quieres departir
con dueña que te non quiere nin escuchar nin oír?
¡Ay, cuerpo tan penado, cómo te vas a morir!

Mugeres alevosas, de coraçón traidor,   (est. 790)
que non avedes miedo, mesura nin pavor
de mudar do queredes el vuestro falso amor:
¡ay, muertas vos veades de tal ravia e dolor!

Pues que la mi señora con otro fuer casada,
la vida d’este mundo, yo non la precio nada;
mi vida e mi muerte ésta es, señalada;
pues que aver non la puedo, mi muerte es llegada».

Diz: «Loco, ¿qué avedes que tanto vos quexades?
Por ese quexo6queja vano nada non ganades;
tenprad7templad con el buen seso el pesar que ayades,
alinpiat vuestras lágrimas, pensad qué fagades.

Grandes artes demuestra el mucho menester;
pensando, los peligros podedes estorcer,8salvar
quiçá el grand trabajo puede vos acorrer:
Dios e el uso grande fazen los fados bolver».

Yo le dixe: «¿Quál arte, quál trabajo, quál sentido,
sanará golpe tan grand, de tal dolor venido?
Pues a la mi señora cras9mañana le darán marido,
toda la mi esperança perece e yo só perdido.

Fasta que su marido pueble el cementerio,
non casaría conmigo, ca serié adulterio;
a nada es tomado todo el mi lacerio:
veo el daño grande e, demás, el hacerio».10vergüenza, reproche

Dixo la buena vieja: «En ora muy chiquilla
sana dolor muy grand e sale grand postilla;11enfermedad
después de muchas lluvias viene la buena orilla,
en pos12detrás de los grandes nublos, grand sol e grant sonbrilla.

Viene salud e vida después de grand dolencia,
vienen muchos plazeres después de grant tristencia;13tristeza
conortad vos,14consoláos amigo, tened buena creencia:
cerca son grandes gozos de la vuestra querencia.

Doña Endrina es vuestra e fará mi mandado:
non quiere ella casarse con otro omne nado,15nacido
todo el su deseo en vos está firmado;
si mucho la amades, más vos tiene amado».

«Señora madre vieja, ¿qué me dezides agora?
Fazedes como madre quando el moçuelo16niño llora,
que le dize falagos porque calle esa ora:17en el acto
por eso me dezides que es mía mi señora.

Ansí fazedes, madre, vós a mí por ventura,   (est. 800)
porque pierda tristeza, dolor e amargura,
porque tome conorte e porque aya folgura:
¿dezídesme joguetes o fabládesme en cordura?»18me habláis en serio

«Contece—diz la vieja—ansí al amador
como al ave que sale de uñas del astor:19garras del azor
en todo logar tiene20cree que está el caçador
que la quiere levar; sienpre tiene temor.

Creed que verdat digo e ansí lo fallaredes;
si verdat me dixistes e amor le avedes,
ella verdat me dixo, quiere lo que vós queredes;
perdet esa tristeza, que vós lo provaredes.21comprobaréis

La fin muchas de vezes22muchas veces non puede recudir
con el comienco suyo, nin se puede seguir:
el curso de los fados non puede omne dezir:
sólo Dios e non otro sabe qué es por venir.

Estorva grandes fechos pequeña ocasión,
desesperar23desesperarse el omne es perder coraçón;24perder ánimos
el gran trabajo cunple quantos deseos son,
muchas vezes allega riquezas a montón.

Todo nuestro trabajo e nuestra esperança
está en aventura e está en balança;25en peligro
por buen comienço espera omne la buena andança;
a vezes viene la cosa, pero faga tardanza».26aunque tarde

«Madre, ¿vós non podedes conoscer o asmar27adivinar
si me ama la dueña o si me querrá amar?
Que quien amores tiene non los puede celar
en gestos o en sospiros o en color o en fablar».

«Amigo—diz la vieja—en la dueña lo veo
que vos quiere e vos ama e tiene de vós deseo:
quando de vós le fablo e a ella oteo,
todo se le demuda el color e el aseo.28y la disposición, el aspecto

Yo a las de vegadas mucho cansada callo,
ella me diz que fable, que non quiera dexallo;
fago que non me acuerdo, ella va començallo,29Ella comienza donde yo lo dejé
óyeme dulcemente, muchas señales fallo.

En el mi cuello echa los sus bracos entramos,
ansí una grand pieça30rato en uno nos estamos,
sienpre de vós dezimos, en ál nunca fablamos;
quando alguno viene, otra razón mudamos.

Los labrios de la boca tiénblanle un poquillo,   (est. 810)
el color se le muda bermejo e amarillo,
el coraçón le salta ansí, a menudillo:
apriétame mis dedos con los suyos, quedillo.

Cada que vuestro nonbre yo le estó deziendo,
otéame e sospira e está comediendo,31reflexionando, cavilando
aviva más el ojo e está toda bulliendo:
paresce que convusco non se estaría dormiendo.

En otras cosas muchas entiendo esta trama:32enredo amoroso
ella non me lo niega, ante diz que vos ama;
si por vós non menguare, abaxarse ha la rama33Si por vos no queda…Probablemente se alude a Rama, la madre de doña Endrina, que se menciona más adelante
e verná Doña Endrina, si la vieja la llama».

«Señora madre vieja, la mi plazentería,
por vós mi esperança siente ya mejoría,
por la vuestra ayuda crece mi alegría:
non cansedes vós, madre, seguilda34seguidla, perseguidla toda vía.

Tira muchos provechos a vezes la pereza,
a muchos aprovecha un ardit sotileza;
conplid vuestro trabajo e acabad la nobleza:35trabajo, hazaña
perderla por tardança serié grand avoleza».36vileza

«Amigo, segund creo, por mí avredes conorte,
por mí verná la dueña andar al estricote;37arrastrándose
mas yo de vos non tengo sinon este pellote:
si buen manjar queredes, pagad bien el escote.38gasto de cada comensal como parte de una comida

A vezes non facemos todo lo que dezimos,
e quanto prometemos, quizá non lo conplimos:
al mandar somos largos e al dar escasos primos;
por vanas promisiones trabajamos e servimos»

«Madre, vós non temades que en mentira vos ande,
ca engañar al pobre es pecado muy grande;
non vos engañaría, nin Dios nunca lo mande:
si vos yo engañare, él a mí lo demande.

En lo que nós fablamos fiuza39confianza dever avernos:
en la firme palabra es la fe que tenemos;
si en algo menguamos de lo que prometemos,
es vergüença e mengua, si conplir lo podemos».

«Eso—dixo la vieja—bien se dize fermoso,
mas el pueblo pequeño sienpre está temeroso
que será soberviado40atropellado, abrumado del rico poderoso:
por chica razón pierde el pobre e el coitoso.41desdichado

El derecho del pobre piérdese muy aína:42en seguida (est. 820)
al pobre e al menguado e a la pobre mesquina,
el rico los quebranta, sobervia los enclina:43inclina, humilla
non son ende más preciados que la seca sardina.

En toda parte anda poca fe e grand fallía,44falsedad
encúbrese en cabo con mucha artería;
non á el aventura45Probablemente tenga el sentido de “esfuerzo” contra el fado valía:
a las vezes espanta la mar e faz buen día.

Lo que me prometistes, póngolo en aventura,
lo que yo vos prometí, tomad e aved folgura:
quiérame ir a la dueña, rogarle he por mesura
que venga a mi posada a vos fablar segura.

Si por aventura yo solos vos podiés juntar,   (est. 823)
ruégovos que seades omne do fuer lugar;46cuando haya oportunidad
el su coraçón d’ella non sabe mal amar:
dar vos á chica ora lo que queredes far».