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De cómo el Arcipreste llamó a su vieja, que le catase algún cobro [estrofas 1315-1320]

Día de Quasimodo,1domingo siguiente a Pascua de Resurección iglesias e altares   (est. 1315)
vi llenos de alegrías, de bodas e cantares:
todos avién grand fiesta, fazién grandes yantares;
andan de boda en boda clérigos e juglares.

Los que ante eran solos, desque son casados,
veíalos de dueñas estar aconpañados;
pensé cómo oviese de tales gasajados,
ca omne que es solo sienpre [á en] pienso cuidados.2tiene pensamientos molestos.

Fiz llamar Trotaconventos, la mi vieja sabida;3astuta
presta e plazentera, de grado fue venida;
roguél que me catase alguna tal garrida,4que me mirase alguna tal [dueña] gallarda
ca solo, sin conpaña, era penada vida.

Díxome que conoscía una biuda loçana,
muy rica e bien moça e con mucha ufana:5…y bien joven y con mucho orgullo
diz: «Acipreste, amad ésta; yo iré allá mañana
e si ésta recabdamos,6conseguimos nuestra obra non es vana».

Con la mi vejezuela enbíele ya qué,7algo
con ello8junto con ello, ademásestas cantigas que vos aquí robré;9rubriqué, firmé
ella non la erró e yo non le pequé:10verso de sentido dudoso, podría leérselo como “ni la vieja la ofendió ni yo cometí pecado con ella”
si poco ende trabajé, muy poco ende saqué.

Assaz fizo mi vieja quanto ella fazer pudo,
mas non pudo trabar, atar nin dar nudo:
tornó a mí muy triste e con coraçón agudo,11compungido, dolorido
diz: «Do non te quieren mucho, non vayas a menudo».