Levantóse la casada
una mañana al jardín,
dicen que a gozar el fresco:
«¡más le valiera dormir!»
Esperando a su galán
a sueño breve y sutil,
le ha dado amor mala noche:
«¡más le valiera dormir!»
Sobre la madeja bella
que al amor revuelve en sí
sale arrojando una toca:
«¡más le valiera dormir!»
Gorguera saca de negro,
turquesado el faldellín,1falda corta
y a medio vestir la ropa:
«¡más le valiera dormir!»
A la salida del huerto
torcido se le ha un chapín,2sandalia de corcho forrada de cuero
de que quedó lastimada:
«¡más le valiera dormir!»
Pasado más adelante
al coger un alhelí,
le picó el dedo una abeja:
«¡más le valiera dormir!»
Con tanto azar no descansa;
sale, enamorada al fin,
buscando a aquel que bien ama:
«¡más le valiera dormir!»
Aquí mira, aquí se para;
nada halla aquí ni allí,
hasta ver lo que no quiso:
«¡más le valiera dormir!»
A su amante halla muerto,
y al marido junto a sí,
que remató entrambas vidas:
«¡más le valiera dormir!»