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Presagios

Por los campos de Jerez
a caza va el rey don Pedro;1Se refiere al rey don Pedro de Castilla, llamado el Cruel (1350-69).
allegóse a una laguna,
allí quiso ver un vuelo.
Vio salir de ella una garza,
remontóle un sacre2ave de caza nuevo,
echóle un neblí3ave de presa preciado,
degollado se le ha luego;
a sus pies cayó el neblí,
túvolo por mal agüero.
Sube la garza muy alta,
parece entrar en el cielo.
De hacia Medina Sidonia4municipio de la provincia de Cádiz
vio venir un bulto negro;
cuanto más se le allegaba,
poniéndole va más miedo.
Salió dél5de él, es decir, del bulto negro un pastorcico,
llorando viene y gimiendo,
con un bastón en sus manos,
los ojos en tierra puestos,
sin bonete su cabeza,
todo vestido de duelo,
descalzo, lleno de espinas.
De trailla trae un perro,
aullidos daba muy tristes,
concertados con su duelo;
sus cabellos va mesando,
la su cara va rompiendo;
el duelo hace tan triste,
que al rey hace poner miedo.
A voces dice: —Castilla,
Castilla, perderte has cedo,
que en ti se vierte la sangre
de tus nobles caballeros;
mátaslos contra justicia,
reclaman a Dios del cielo—.
Los gritos daba muy altos,
todos se espantan de vello.
Su cara lleva de sangre,
allegóse al rey don Pedro;
dijo: —Rey, lo que te digo,
sin duda te verná presto;
serás muy acalumniado
y serás por armas muerto.
Quieres mal a doña Blanca,
a Dios ensañas por ello;
perderás por ello el reino.
Si quieres volver con ella,
darte ha Dios un heredero—.
El rey fue mucho turbado,
mandó el pastor fuese preso;
mandó hacer gran pesquisa
si la reina fuera en esto.
El pastor se les soltara,
nadie sabe qué se ha hecho.
Mandó matar a la reina
ese día a un caballero,
pareciéndole acababa
con su muerte el mal agüero.