Miraba de Campo-Viejo
el rey de Aragón1Alfonso V de Aragón, llamado el Magnánimo, fue rey de Cataluña, Valencia y Sicilia; tardó muchos años (1420 a 1442) en conquistar el reino de Nápoles un día,
miraba la mar de España
cómo menguaba y crecía;
miraba naos y galeras,
unas van y otras venían:
unas venían de armada,
otras de mercadería;
unas van la vía de Flandes,
otras la de Lombardía.
Esas que vienen de guerra
¡oh cuán bien le parecían!
Miraba la gran ciudad
que Nápoles se decía;
miraba los tres castillos
que la gran ciudad tenía:
Castel Novo y Capuana,
Santelmo, que relucía,
aqueste relumbra entre ellos
como el sol de mediodía.
Lloraba de los sus ojos,
de la su boca decía:
—¡Oh ciudad, cuánto me cuestas
por la gran desdicha mía!
Cuéstasme duques y condes,
hombres de muy gran valía;
cuéstasme un tal hermano,2Pedro de Aragón, que murió en 1438
que por hijo le tenía;
de esotra gente menuda
cuento ni par3incontable e inigualable no tenía;
cuéstasme veinte y dos años,
los mejores de mi vida;
que en ti me nacieran barbas,
y en ti las encanecía.