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Cantiga 46, Porque ajan de seer seus miragres mais sabudos

Cantiga 46. Esta é como a omagen de Santa Maria, que un mouro guardava en sa casa onrradamente, deitou leite das tetas

Porque ajan de seer
seus miragres mais sabudos
da Virgen, deles fazer
vai ant’ omees descreudos.

E dest’ avẽo assi
como vos quero contar
dun mouro, com’ aprendí,
que con ost’ en Ultramar
grande foi, segund’ oý,
por crischãos guerrejar
e roubar,
que non eran percebudos.
Porque ajan de seer…

Aquel mouro astragou
as térras u pod’ entrar,
e todo quanto robou
feze-o sigo levar;
e mui ledo sse tornou
a ssa térra, e juntar
foi e dar
os roubos que ouv’ avudos.
Porque ajan de seer…

Daquel aver que partiu
foi en pera ssi fillar
hua omagen que vyu
da Virgen que non á par;
e pois la muito cousyu,
feze-a logo alçar
e guardar
en panos d’ ouro teçudos.
Porque ajan de seer…

E ameude veer
a ýa muit’ e catar;
pois fillava-ss’ a dizer
ontre ssi e rezõar
que non podía creer
que Deus quisess’ encarnar
nen tomar
carn’ en moller. «E perdudos
Porque ajan de seer…

Son quantos lo creer van,
diss’ el, ca non poss’ osmar
que quisesse tal afán
prender Deus nen ss’ abaxar,
que el que éste tan gran
se foss’ en corp’ ensserrar
nen andar
ontre poboos miudos,
Porque ajan de seer…

Como dizen que andou
pera o mundo salvar;
mas se de quant’ el mostrou
foss’ a mi que quer mostrar,
faria-me logo sou
crischão, sen detardar,
e crismar
con estes mouros barvudos».
Porque ajan de seer…

Adur pod’ esta razón
toda o mour’ encimar,
quand’ á omagen enton
viu duas tetas a par,
de viva carn’ e d’ al non,
que foron logo mãar
e deitar
leite come per canudos.
Porque ajan de seer…

Quand’ esto viu, sen mentir,
começou muit’ a chorar,
e un crerigo viir
fez, que o foi batiçar;
e pois desto, sen falir,
os seus crischãos tornar
fez, e ar
outros bẽes connosçudos.
Porque ajan de seer…

[Esta es cómo la imagen de Santa María, que un moro guardaba con honra, en su casa, echó leche por sus pechos

R.1“La edición no aclara el sentido de la R.; se supone que significa “resumen”Por que sean más conocidos sus milagros, la Virgen hace algunos ante hombres descreídos.

Y de esto sucedió, así como voy a contaros y tal como lo aprendí, que un moro que con gran hueste, en Ultramar, fue a guerrear con los cristianos y a robar a los desprevenidos. // Aquel moro hizo estragos en las tierras en las que pudo entrar, y cuanto robó se lo llevó consigo, y muy satisfecho se fue a su tierra, a reunir y dar los robos que había hecho. // De aquel haber que repartió, se quedó para sí con una imagen que vio de la Virgen sin par, y, después de examinarla mucho, la hizo recoger y guardar, en paños tejidos de oro. // E iba, a menudo, a verla y, entre sí, se decía y razonaba que no podía creer que Dios quisiese encarnar ni tomar carne de mujer. «Y perdidos // están cuantos vayan a creerlo—decía él—porque no se me alcanza que tal trabajo se quisiese tomar Dios, ni que se humillase, siendo tan grande para encerrarse en un cuerpo y sudar entre la gente baja, // como dicen que anduvo para salvar al mundo; pero, si de cuanto Él mostró, quisiese venir a demostrármelo, yo me haría cristiano pronto y sin tardanza, y recibiría el crisma, con estos moros barbudos». // Mal pudo el moro dar cima a estos razonamientos, cuando vio entonces los dos pechos de la imagen, a par, de viva carne, y no de otra cosa, que manaron y echaron presto leche, como por cañutos. // Cuando tal vio, sin mentir, se echó a llorar, hizo venir a un clérigo que lo bautizó y, después de esto, sin falta, hizo que los suyos se hiciesen cristianos y además hizo otras obras buenas, conocidas.]

CSM 46 El Moro De Ultramar Y La Virgen De La Leche” by Eduardo Paniagua, Música Antigua